неделя, 6 юни 2021 г.

ALEJANDRO Y EL FILÓSOFO ANAXARCO

 Nikola Benin



ALEJANDRO Y EL FILÓSOFO ANAXARCO
“Anaxarco era de Abdera. Éste fue discípulo de Diógenes de Esmirna, que lo fue de Metrodoro de Quíos, que decía que ni siquiera sabía eso de que no sabía nada. Y de Metrodoro los unos dicen que fue alumno de Nesas de Quíos, los otros que de Demócrito.
El caso es que Anaxarco acompañó a Alejandro y tuvo su momento de madurez en la Olimpiada ciento diez, [ 340 a. C] y tuvo como enemigo a Nicocreonte el tirano de Chipre.
Así que una vez en un banquete Alejandro le preguntó qué le parecía el festín, y dicen que contestó: «Rey, todo es espléndido. Pero se debía haber servido de propina la cabeza de algún sátrapa».
Con eso apuntaba a Nicocreonte. Éste se guardó en la memoria el agravio, y, tras la muerte de Alejandro, una vez que el filósofo se encontraba en un navío, fue conducido contra su voluntad a Chipre, y allí lo apresó y mandó que lo arrojaran a un mortero y lo golpearan con mazas de hierro.
Y él, sin preocuparse del castigo, dijo aquella famosa frase: «Machaca el envoltorio de Anaxarco, que a Anaxarco no lo machacas». Al dar Nicocreonte órdenes de que le cortaran la lengua, se cuenta que él se la tajó de un mordisco y se la escupió a la cara.
A éste, por su carácter apático y lo afable de su existencia, le llamaban «el hombre feliz». Y tenía la capacidad de volver sensato a cualquiera de la manera más sencilla. En efecto logró disuadir a Alejandro, que creía ser un dios. Pues al ver que le brotaba sangre de una herida, indicándosela con la mano, exclamó: «Eso es sangre y no “ichor divino que circula por los dioses felices”
Pero Plutarco cuenta que lo dijo el mismo Alejandro ante sus amigos.
También en otra ocasión, cuando Anaxarco brindaba a la salud de Alejandro, extendió hacia él su copa y dijo:
¡Uno de los dioses caerá herido por mano mortal!”
Vidas y opiniones de los filósofos ilustres
Diógenes Laercio

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